Restauración integral de los bustos y de las manos de los gigantes de Olite (Navarra).

La primera pareja de gigantes (Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla) llegó a esta localidad en 1946, realizados por una prestigioso taller de gigantes de Barcelona. Fue años más tarde, concretamente en 1977, cuando se adquirió en Zaragoza la segunda pareja (Carlos III El Noble y Leonor de Trastámara) con la finalidad de ser los sustitutos de los antiguos "Reyes Católicos", pues su estado de conservación no era óptimo y presentaban cuantiosos deterioros.

En 1984 se van a realizar mejoras en la Comparsa. Se cambia la estructura de los "gigantes viejos" y se les viste elegantemente. También se va a realizar una operación de cirugía al "rey nuevo". Para evitar dos parejas de reyes "repetidas" se optó por implantar barba al "rey nuevo" y rebautizarlos como los "Reyes de Navarra".

Esta restauración se ha acometido entre los años 2020 y 2021 por Eskuartean Imaginería Festiva, pues en este último año los dos primeros gigantes celebrarán su 75 aniversario. Tras varios meses de esfuerzo y dedicación los gigantes lucirán como nuevos por muchos años.

Entre los procesos que se han realizado durante el transcurso de la intervención, caben destacar un procedimiento de humectación y re-consolidación del soporte original, la extracción de materiales añadidos posteriormente al cartón como la fibra de vidrio, diferentes masillas y pinturas sintéticas e incluso diferentes envases de plástico o la limpieza de los estucos y policromías originales.

Como curiosidad, hemos mantenido la policromía original en los ojos de los "reyes viejos", que se encontraba debajo de diferentes barnices oxidados. Otra peculiaridad de estos "gigantes viejos" era el buen estado de conservación en el que se encontraban, quizás algo difuso por capas de pintura superficiales.

En el caso de los "reyes nuevos", se optó por mejorar su estética de forma drástica. Al rey, se le retiraron los implantes de 1984 y se le modificaron algunas facciones, así como la barba o el pelo, además de cambiarle la corona de cartón-piedra por una nueva de latón bañado en oro de 24 quilates. En el caso de la reina, la comparsa optó por hacer una copia tomando a la "reina vieja" como un ejemplo a seguir, retocando diferentes facciones y volúmenes. También se sustituyó la corona de cartón por otra realizada a medida en latón bañado en oro y con un acabado con pedrería.

Los cuatro gigantes fueron policromados de nuevo con pintura al óleo, intentando imitar, de alguna manera, la policromía original.

Esperamos que os guste el resultado.

A la izquierda el antes; a la derecha el después.