La fabricación de un gigante siempre empieza con una idea, que a petición del cliente materializamos mediante la realización de unos bocetos realizados a lápiz.
Una vez se acepta la propuesta se comienza la labor de modelarlos en barro. De esta manera van apareciendo los primeros rasgos de los personajes, que poco a poco se irán labrando hasta conseguir las caras deseadas y que estaban proyectadas desde un principio.
Por otra parte, un gigante se compone de diversas piezas, y que en su conjunto deben crear una armonía y un equilibrio perfecto. Estas partes son, empezando por abajo, un bastidor o caballete de madera, un cuerpo o armazón, manos y brazos y por último la cabeza.
Cada elemento es fabricado con unas proporciones y medidas adecuadas para dar personalidad al gigante. Son muchos factores los que rigen las normas de forma y volumen. Generalmente se representan personajes reales y los cuerpos están diseñados para que los bailadores tengan un punto de equilibrio y un peso correcto en todo momento.
Los materiales que usamos habitualmente para hacer gigantes son la resina de poliéster y la fibra de vidrio, materiales de gran resistencia a la humedad y gran dureza que hacen que su mantenimiento en el futuro sea más sencillo.
Finalmente las piezas se pintan con diferentes pinturas y técnicas y todo el conjunto se viste con una vestimenta confeccionada a medida.