La comparsa la componen ocho gigantes; las parejas de casero y casera; el alcalde y la alcaldesa; el negro y la negra y la pareja de turco y turca. Les acompañan otros ocho cabezudos que son; casero y casera, chino y china, negro y negra, holandés y holandesa.
Son pocos los datos que tenemos sobre el origen de estos gigantes. No obstante, y analizando las modas en la indumentaria de la gente o incluso en los propios gigantes se aprecia un estilo romántico en sus vestiduras, muy propio de finales del S. XIX.
La autoría se les atribuye a Serafín de Basterra Egiluz (1850-1927) y a Vicente Larrea Aldama (1852-1922), escultores vizcaínos que han trabajado juntos en proyectos como las esculturas que se presentan tanto en la fachada como en las inmediaciones del Ayuntamiento de Bilbao (Heraldos y Maceros; La Ley y La Justicia; Bustos de Francisco Antonio Gardoki, Diego López de Haro y Juan Martínez de Rekalde; entre otros muchos trabajos como el Panteón de la familia Cabieces).
Según crónicas de la época, hubo una nueva generación de gigantes en Bilbao en 1878, realizados por "Basterra y Larrea", y estos, serían los sucesores de los antigüos gigantes. Estas nuevas parejas representarían a Europa, Asia y Africa, a los que se les unirían una pareja de indios americanos. Estos últimos pocos años más tarde serían sustituídos por el Aldeano y la Aldeana.
Años más tarde, los gigantes de Basterra y Larrea de Bilbao fueron arrinconados en un almacén municipal y fueron vendidos al propietario de la Plaza de Toros de Donostia. Son muchas las teorías sobre el destino de estos gigantes, pero una cosa está clara, que de las manos de estos grandes imagineros salieron otros gigantes similares que fueron a parar a localidades como Llodio, Gernika o Vitoria.
Sea lo que fuera, no hay duda en que los gigantes de Irún son los únicos gigantes que se conservan, o al menos en activo, hoy en día de sus propios autores, ya que todos los demás fueron quemados en diferentes incendios.
Los primeros indicios de la tradición oral nos cuentan que son unos gigantes viajeros. Según señala "Roque Fort", asiduo cronista que fué del semanario local El Bidasoa, los gigantes de la Irungo Atsegina eran conocidos en San Sebastián, ya que en principio fueron propiedad del Sr. Arana. Pero... ¿quien era este hombre?
José Arana Elorza (1839-1908), también conocido como Pepe Arana, fue un empresario taurino y de espectáculos que desarrolló sus negocios entre San Sebastián y Madrid. Es considerado como el padre o el creador de la Semana Grande de San Sebastián y uno de los principales promotores del turismo en la ciudad de San Sebastián. También fue durante unos años empresario del Teatro Real de Madrid. De muy joven marchó a ganarse la vida a Madrid, donde le tocó el Gordo de la Lotería de Navidad. Gracias al capital obtenido en el sorteo y a su carácter dinámico y emprendedor, comenzó una exitosa carrera como empresario. En 1875 un incendio destruyó la Plaza de Toros de San Sebastián, que estaba situada en el barrio de San Martín. El emprendedor Arana construyó en tiempo récord una nueva plaza de toros con capacidad para 10.000 espectadores y que vendría a sustituir a la desaparecida arena. El 16 de Julio de 1876 inauguró la Plaza de Toros de Atocha (años más tarde se construiría el Campo de fútbol de Atocha en su ubicación) y durante las dos décadas siguientes esta fue la plaza de toros de la ciudad, siendo José Arana su propietario y gestor.
José Arana es considerado el padre de la Semana Grande de San Sebastián, la fiesta veraniega y turística que celebra la ciudad a mediados de Agosto. Arana fue quien acuñó en 1876 el término Semana Grande como eslogan publicitario de los festejos taurinos que organizó, en su recién estrenada plaza de toros, durante la semana de Agosto que coincidía con la festividad de la Asunción de María.
Alrededor de los festivales taurinos organizados por Arana durante los años siguientes se comenzaron a celebrar otra serie de festejos complementarios (conciertos, fuegos artificiales, incluso compró ocho gigantes y unos cabezudos) en los cuales Arana tuvo también el importante papel como promotor. Esto fue configurando una semana de actividades lúdicas destinada a entretener a los turistas que visitaban durante Agosto San Sebastián, pertenecientes a la nobleza y a la alta burguesía española. El origen de la Semana Grande de San Sebastián, como una amalgama de actividades destinadas principalmente a un turismo de élite, más que a la población local, es la causa del poco tirón popular que tienen estas fiestas en comparación con las de las vecinas capitales, aunque en las últimas décadas han ganado notablemente en popularización e implicación de la población local.
Además de su labor como empresario taurino y promotor de la Semana Grande, Arana estuvo metido en otras empresas de consideración en San Sebastiám, como el Frontón Beti-Jai que construyó en 1893 y que transformó años más tarde en el Teatro Circo de la Zurriola o el Circo Ecuestre. También fue el promotor del primer concurso musical que se celebró en España, que como dato curioso, fue en San Sebastián durante 1886.
En un momento que no se ha podido precisar, los gigantes y los cabezudos, que participaban antes de cada corrida, "emigraron" de la capital guipuzcoana al barrio San Miguel de Irún, pues el señor Arana llegó a considerar que no tenían el prestigio y la elegancia para un sitio como San Sebastián, y sin duda, distaban mucho del arte taurino.
Según las referencias encontradas sobre la historia de los gigantes de Irún, el señor D. Aquilino Rodríguez Balzola, hombre de gran inteligencia, desde muy joven y sin una preparación específica, inició toda clase de negocios fronterizos que le permitieron amasar una gran fortuna, de forma que en la última guerra carlista realizó un importante préstamo al ayuntamiento de Irún cuyas arcas se hallaban exhaustas.
Como dato de referencia del inmenso poder económico del mencionado señor, en uno de los documentos municipales se cita que el 21 de Mayo de 1887 envió un oficio al ayuntamiento solicitando se nombrara una comisión para que se delimitara y marcara la línea de sus propiedades de Uranzu y el antiguo camino vecinal que se dirigía a Fuenterrabía.
En esta época, los dineros ganados con el comercio se transformaban en bienes de naturaleza urbana y rústica. D. Aquilino llegó a ser propietario de más de cien caseríos en Irún, Hondarribia, Oiartzun, Lezo y Errenteria. También fue quien compró los antiguos gigantes que fueron propiedad del señor Arana, ya que, tras solicitar al ayuntamiento de Irún que le prestase los gigantes de propiedad municipal, recibió una negativa por respuesta.
Se casó a los 34 años con María Gal Garayalde, de 18 años, con la que tuvo 7 hijos, de los cuales dos varones, Francisco, padre del popular "Patxo" general del Alarde, y Luis, el entrañable historiador local que utilizó el seudónimo de Luis de Uranzu. D. Aquilino falleció en 1921 a la edad de setenta y ocho años.
No sabemos a ciencia exacta cual fue la importancia ni la función de los gigantes y cabezudos siendo propiedad de D. Aquilino Rodríguez Balzola. No obstante, sabemos que han recorrido las calles de Irún durante muchos años en sus celebraciones y actos más significativos y protocolarios.
En la Asamblea General Ordinaria que se celebró el día 19 de Marzo del año 1937 en la Sociedad Irungo Atsegiña, según se desprende del libro de actas, se recibió la noticia que Doña María Gal., viuda de Aquilino Rodríguez, accediendo a los deseos de su difunto marido, les concedió en calidad de propietarios la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, que habían sido comprados por su esposo, para fiestas de la barriada de San Miguel, y que anteriormente habían representado la zarzuela "Gigantes y Cabezudos".
No fue hasta pasados tres años, en las fiestas patronales de San Pedro y San Marcial del año 1940, cuando tuvieron su primer baño de multitudes y también tuvieron el honor de ser la primera comparsa de gigantes y cabezudos que participó oficialmente en las fiestas patronales de Irún.
-En el año 1944 el Ayuntamiento de Irún concedió una subvención de 3.000,- Ptas. para la reconstrucción de los cabezudos, y de dos gigantes, y restauración de trajes de los mismos.
Este mismo año participaron el día 15 de Febrero en un programa de actividades en el cine Avenida de Irún.
-En el año 1945, en el 23 Aniversario de la Sociedad Irungo Atsegiña se organizó una fiesta popular en el Parque Mendivil, donde participaron los gigantes y los cabezudos.
-En 1947 se celebran las Bodas de Plata de la Sociedad, y la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, sale en una animada kalejira junto con otros de los grupos culturales.
Fuente: "80 años de Irun`go Atsegiña (1.922-2.002)".
Durante las décadas de los años 50, 60 y 70 los gigantes fueron participando en los diferentes actos organizados por la Sociedad, así como en las fiestas de San Marcial, y otros actos representativos de la ciudad.
Cabe destacar, que en el año 1965 D. José María Estagnan reparó las figuras de la Comparsa.
Varias fotografías de los años 50 en diferentes actos institucionales y festivos.
La década de los 80 fue una década importante para los gigantes de la Atsegiña, ya que en el año 1988 la Sociedad decide restaurar su antigua comparsa. La restauración de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, con un presupuesto de 1.200.000 Ptas. y teniendo por artistas realmente sacrificados y desinteresados desde hace cuatro meses a Venancio Aierbe y Jesús María Erauskin.
La financiación de tal elevado presupuesto fue costeado en parte gracias a las valiosas ayudas del Ayuntamiento y Gobierno Vasco.
Las 4 parejas continuaron representando al País Vasco, continente africano., otra pareja el asiático y de la denominada europea por los alcaldes. De responsable de la restauración está Jordi Freixa, sucesor de Juan Zuazo, el inolvidable "Pitouto". Los 8 cabezudos continuaron con la misma línea artística. Y como dato curioso cada gigante que antes pesaba 50 o 60 kilos, ahora tan solo de 25 a 30. O sea la mitad. Gran ventaja para los portadores. Es debido a que se ha empleado poliéster en la estructura, en lugar de madera y herrajes.
El acto de presentación fue en la Plaza de San Juan, a las 20h de la tarde del día de San Juan.
En la década de los 90, la comparsa siguió siendo embajadora de Irún, y fue participando en los actos tradicionales como la Gira Vasca (Euskal Jira), los carnavales y las fechas destacadas del calendario.
Diferentes escenas en las fiestas de San Pedro y San Marcial del año 2002. Fotografías cedidas por Lusa.
A partir del año 2010, los gigantes empezaron a deteriorarse considerablemente. Presentan daños importantes en sus viejas estructuras, sus rostros se encuentran deformados y sus trajes antiguos y desgastados. Aun así, la Comparsa siguió participando en los actos más importantes de Irún y acudió a diferentes localidades de Guipúzcoa.
Comparsa de Gigantes y Banda de Música en la plaza San Juan Harria 2012
Finalmente, es en el año 2017 cuando se decide dar el paso más importante en cuanto a la conservación, restauración y puesta en valor de las figuras de la Comparsa de la Irungo Atsegiña. Es entonces cuando la directiva de la Sociedad, con Eneko Calvo a la cabeza del proyecto, decide restaurar definitiva y correctamente los gigantes. Para ello se pusieron en contacto con Christian Azcona e Imanol Urabayen, del taller pamplonés Eskuartean Imaginería Festiva, a los cuales les solicitaron un extenso y detallado proyecto.
Una vez aprobado el proyecto, se decide que deberán estar listas para las fiestas de San Marcial del 2018 la pareja de abuelos y la pareja de turcos, y para el 2019 las parejas de alcaldes y negros.
Los gigantes en el taller, a pocos días de estar terminados; Junio de 2018. Detalles del gigante Turco.
La restauración de los cuatro primeros gigantes fue presentada el día 22 de Junio del 2018 a las 19h de la tarde en la Plaza San Juan, ante los atentos ojos de las vecinas y vecinos de Irún.
Por fin, los gigantes de Irún vuelven a lucir con el mismo esplendor como cuando fueron creados.
La restauración de la pareja de alcaldes y la de los negros fue presentada el día 16 de Junio de 2019 a las 12h de la mañana en la Plaza Urdanibia, con la asistencia del alcalde y otras personalidades locales, además de las vecinas y vecinos de Irún.
Ahora los ocho gigantes juntos danzan sus típicas coreografías y esperamos que sigan bailando por muchos años.
Pero... ¿Esto terminará aquí? Quien sabe, tal vez haya que esperar un poco más para saberlo...